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Vaticano anuncia la muerte del papa emérito Benedicto XVI

El papa Francisco anunció el miércoles pasado que había empeorado su salud y pidió para él una oración porque estaba «muy enfermo». Joseph Ratzinger, el primer papa alemán en cinco siglos, tenía 95 años.

El Vaticano anunció el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI, un teólogo alemán que sorprendió al mundo renunciando a su pontificado en 2013, este sábado, a la edad de 95 años.

«Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano», indicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la santa sede, Matteo Bruni.

«El cuerpo del Papa Emérito estará en la Basílica de San Pedro del Vaticano para la despedida de los fieles», reza otro comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede. Poco antes de las 11:00, las campanas de la basílica repicaron por la muerte del papa emérito, mientras cientos de personas se acercaban a la plaza para recordar la figura de Joseph Ratzinger, un refinado teólogo ultraconservador, que escogió el nombre de Benedicto XVI tras ser nombrado al frente de la Iglesia Católica en 2005.

Benedicto XVI, retratado durante su audiencia general en San Pedro el 7 de diciembre de 2005.

Su salud se había deteriorado en los últimos días. El miércoles, durante la audiencia general, Francisco pidió orar por la salud de su predecesor, quien estaba «muy enfermo» y a quien fue a visitar en su habitación. Sin embargo, El Vaticano indicó el viernes que se hallaba en condición «estable» y que había participado el jueves en la misa celebrada en su habitación del monasterio vaticano.

El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años, hasta esta semana, que este era como «una vela que se apaga lenta y serenamente».

El funeral del papa número 265 de la historia deberá ser celebrado por su sucesor, Francisco, un evento sin precedentes en los dos mil años de historia de la Iglesia. Se espera la asistencia de decenas de miles de personas, entre ellas jefes de Estado y líderes de otras religiones.