Una mujer de un secta religiosa se ha convertido en la principal sospechosa de propagar el mortal coronavirus en Corea del Sur que ha decretado alerta en la ciudad de Daegu, después de registras 38 nuevos casos.
La mujer, de 61 años, medios de prensa comenzó con la sintomatología desde el 10 de febrero pasado y se negó al test para confirmar si padecía la enfermedad. Además negó que haya viajado al extranjero y por ello entró en cuarentena hasta una semana después.
Con los nuevos casos registrados la cifra de infectados alcanza las 104 personas. Se sospecha que la citada mujer habría infectado a unas 40 personas y que estuvo en contacto con 166.
«Estamos en una crisis sin presentes», dijo Kwon Young-jin, alcalde de la ciudad de Daegu, donde residen dos millones y medio de personas.
La mujer de la tercera edad se presume asistió por lo menos a cuatro servicios religiosos de la Iglesia de Jesús Shincheonji, antes de recibir su diagnóstico.