El miércoles pasado, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador dio inicio al proceso de escrutinio de votos correspondiente a las elecciones presidenciales, vicepresidenciales y legislativas celebradas el domingo 4 de febrero. La jornada, marcada por la instalación de mesas de escrutinio, se desarrolló con ciertos desafíos y controversias.
Las primeras mesas en instalarse fueron las de los departamentos de San Salvador y La Libertad. A media tarde, se había logrado la instalación de 7 de las 51 mesas totales, según fuentes. Sin embargo, hacia la noche, se informó que «casi todas» las mesas fueron instaladas, según una nueva fuente.
Uno de los principales obstáculos fue la entrega de credenciales a los miembros de las mesas, aproximadamente 1,335 en total. Este retraso generó complicaciones, siendo el candidato a diputado por La Libertad del FMLN, Irving Sorto, quien señaló retrasos desde la mañana y la espera de acreditaciones.
El magistrado del TSE, Guillermo Wellman, aseguró que, a pesar de algunos contratiempos, las mesas se instalaron y capacitaron, y en algunos casos ya comenzaron a funcionar. No obstante, en algunas mesas faltaban miembros, según sus declaraciones.
El proceso de escrutinio definitivo, según estimaciones del magistrado Guillermo Olivo, podría extenderse por aproximadamente 15 días. Esto incluiría la apertura de 11,109 urnas, con 2,547 urnas destinadas a la elección presidencial y 8,562 urnas para la elección de diputados.
La distribución de mesas abarca 49 en territorio nacional y 2 en el extranjero. Los departamentos de San Salvador, La Libertad, Santa Ana y San Miguel cuentan con la mayor cantidad de mesas, mientras que otros tienen entre una y trece mesas, según la población electoral de cada zona.
La jornada no estuvo exenta de tensiones, y se reportaron discusiones en varias mesas, principalmente relacionadas con la participación de vigilantes partidarios en el proceso. Estos desacuerdos llevaron a que algunos vigilantes de Nuevas Ideas ocuparan puestos de miembros de la JEM, generando controversias en las mesas 9, 17 y 34.
A pesar de estos desafíos iniciales, cada mesa cuenta con su coordinador, colaborador y digitador, así como representantes de los partidos políticos contendientes y delegados de diversas instituciones. La transparencia y el cumplimiento del instructivo son fundamentales para garantizar la integridad del proceso electoral en El Salvador.
