El Real Madrid se lleva la ventaja en la ida de los octavos de final de la Champions League tras imponerse por 2-1 al Atlético de Madrid, en un intenso y vibrante derbi que dejó claro que la eliminatoria aún está por decidirse. Los goles de Rodrygo y Brahim destacaron en un partido cargado de emoción y goles de gran factura.
Apenas tres minutos bastaron para que el Real Madrid se adelantara en el marcador. Rodrygo, protagonista en las noches europeas, aprovechó un pase preciso de Fede Valverde para definir con un zurdazo imposible para Oblak. La acción fulgurante del brasileño marcó el ritmo de una primera mitad abierta, en la que los espacios se abrieron para ambos equipos, y las ocasiones fueron constantes, sin una dominancia clara en el centro del campo.
El Atlético respondió con peligro y velocidad. Giuliano, tras un pase de Lino, estuvo cerca de igualar, pero su disparo se fue desviado. El gol rojiblanco llegó pasados los 30 minutos, cuando Julián Álvarez, con una jugada magistral, clavó un golazo desde el borde del área, tras superar a Camavinga, y empató el encuentro. A partir de ese momento, el ritmo se calmó ligeramente, con ambos equipos conscientes de que había mucho más en juego de lo que el marcador sugería.
La segunda mitad trajo consigo nuevas emociones. El Atlético intensificó su presión, pero cuando parecía que la balanza se inclinaba a su favor, apareció Brahim para devolverle la ventaja al Madrid. En una jugada de gran clase por la banda izquierda, el malagueño se sacó de la manga un regate increíble que dejó a varios defensas atrás y culminó con un balón que se coló entre las piernas de Oblak, firmando el 2-1. El Atleti lo intentó en varias ocasiones, incluida una intervención salvadora de Courtois frente a Griezmann, pero el resultado no se movió.
El partido concluyó con la sensación de que la eliminatoria está lejos de estar decidida. A pesar de que el Real Madrid se lleva la ventaja al Metropolitano, el Atlético de Madrid sigue vivo, y la vuelta promete ser tan intensa como esta ida. El 2-1 deja todo abierto para el desenlace definitivo.
Con más de 30 minutos de juego por delante en el Santiago Bernabéu, la serie se decidirá en la vuelta en el Riyadh Air Metropolitano.
