El error humano ha sido identificado como el principal factor causal de aproximadamente el 80% de los accidentes acontecidos a lo largo de la historia, independientemente de la industria de la que se considere. Asimismo, y pese a la tendencia actual hacia la automatización, el ser humano sigue siendo el elemento clave en todos los sistemas y está implicado en todo su ciclo de vida.
Más de un 85% de los accidentes que se producen en el transporte profesional se deben a errores humanos, según los registros de la International Road Transport Union (Iru).
Así mismo, la organización internacional apunta que, un cuarto de estos accidentes provocados por errores humanos, son causados por conductores de camión, mientras que otros factores, como las condiciones meteorológicas, con un 4,4% del total de accidentes, juegan papeles residuales.
Al mismo tiempo, la institución asegura que las empresas del sector son conscientes de la importancia que tiene la seguridad vial y se toman este aspecto con seriedad. No en vano, los accidentes tienen, más allá de sus posibles implicaciones personales, efectos económicos y operativos.
En este sentido, las inversiones en seguridad vial se destinan a dispositivos para los vehículos, con un 41% del total, mientras que otro 31% va para seguridad de las personas y el 28% restante se dedica a medidas operativas.
Los objetivos marcados por Naciones Unidas para esta década no podrían alcanzarse sin tener en cuenta al factor humano, pues entre el 85% y el 90% de los accidentes de transporte en los que se ven involucrados vehículos de carácter comercial se deben a un fallo humano.
Por tanto, es crucial seguir apostando por la automatización y el desarrollo de tecnologías innovadoras que permitan reducir el número de accidentes. Por ejemplo, IRU ha desarrollado herramientas para ayudar a las empresas a evaluar si los conductores son adecuados para el trabajo.