share

Presidente Bukele lanza “Mi Nueva Escuela” para garantizar la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes del sistema educativo público

La educación es una parte fundamental para el progreso de un país, y por muchos años los niños y jóvenes salvadoreños han sufrido carencias para tener la educación pública de calidad como la  necesitan para tener mejores oportunidades. Pero el gobierno salvadoreño ha trabajado en proyectos innovadores que fortalezcan la educación nacional como la entrega de dispositivos tecnológicos e internet para completar sus estudios.  

por lo tanto, esta tarde, el presidente de la República, Nayib Bukele, desde Nahuizalco en Sonsonate, dio el banderillazo de salida para la reforma educativa “Mi Nueva Escuela” que tiene como objetivo fundamental transformar el actual Sistema Educativo salvadoreño como parte de las deudas de las pasadas administraciones gubernamentales.

“Vamos a trabajar arduamente para garantizar igualdad de oportunidades, pero no igualdad de resultados”, explicó el Presidente Bukele.  Todos los alumnos van a estudiar en condiciones dignas con recursos accesibles, pero cada uno será el encargado de aprovechar esto para beneficio de su familia, su comunidad y del país.

Este proyecto, es una apuesta para una educación de calidad que proveerá desde seguridad ciudadana, instalación de internet abierto y gratuito en los centros escolares, cerrando una brecha digital que ninguna otra administración lo había hecho.

 

“Ya les quitamos las pandillas. Les dimos computadoras, les dimos internet y les estamos cambiando los libros de texto. Estamos capacitando a sus maestros y cambiando la currícula educativa. Estamos reconstruyendo las escuelas y cambiando el mobiliario y los libros: todo. ¿Qué hará la diferencia entre un resultado bueno y uno malo? La responsabilidad es individual de cada uno”, comentó el Presidente Bukele, mientras lanzaba este importante programa. 


Los cambios anunciados por el mandatario para esta importante reforma educativa incluye la renovación del paquete de libros, para que tengan contenidos adaptados a los nuevos desafíos que plantea el siglo XXI.

De igual manera, tanto la infraestructura como el material complementario –como los libros– tendrán el componente de inclusión para los estudiantes con discapacidad, como se hizo con los dispositivos móviles entregados a los niños y jóvenes salvadoreños.