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Polémica en El Salvador por receta de pan con relleno de minutas

La reciente publicación en redes sociales de una «novedosa» receta de pan relleno de minutas, con ingredientes como hielo y jarabes azucarados, ha generado una ola de opiniones divididas entre los salvadoreños. La propuesta, al parecer comercializada en San Miguel, ha despertado tanto el interés como la repulsión de los usuarios de Internet.

La peculiar composición del pan ha llevado a que muchos expresen su sorpresa y escepticismo. «Qué asquerosidad, pan hielo, están enfermos, el calor los enloqueció», expresó un internauta desde su cuenta de Twitter. Otros usuarios han compartido sus propias experiencias gastronómicas, desde añoranzas de la infancia hasta comparaciones irónicas. «Yo le ponía una charamusca al pan francés cuando iba a la escuela»; «De los creadores de pupusas con chocolate llega pan con hielo, El Salvador es potencia mundial», se lee en algunos comentarios.

Incluso figuras públicas han hecho eco de la controversia. El cantante Rafael García, recordado exvocalista de Los REDD, compartió su asombro ante la propuesta culinaria: «Vi el video de panes con minuta y solo puedo encomendar el mundo a nuestro Diosito».

No obstante, detrás de esta innovadora iniciativa se encuentra un emprendedor local que busca abrirse camino y destacar en el ámbito de la comida callejera. Según informa el Diario TRV, esta nueva propuesta gastronómica pretende reinventar los platillos típicos de la región, agregando una dosis extra de dulzura y creatividad.

La polarización de opiniones en torno a esta receta refleja el constante debate entre la tradición y la innovación en la gastronomía salvadoreña. Mientras algunos celebran la audacia y originalidad del emprendedor, otros cuestionan la viabilidad y el gusto de una combinación tan peculiar como la del pan con relleno de minutas.

Con el fervor de los elogios y las críticas, esta nueva propuesta gastronómica se posiciona como un tema de discusión en la sociedad salvadoreña, demostrando que, en el mundo de la comida callejera, la creatividad no conoce límites, aunque sus resultados puedan generar opiniones encontradas.