La estrella argentina del fútbol Lionel Messi se merece ser coronado como el mejor futbolista de la historia, no solo por los premios que ganó, sino por la forma en que juega fútbol, opina Mark Meadows, desde Qatar.
Lo logró. Finalmente. El último gran honor es ahora de Lionel Messi, después de que Argentina alzara la Copa del Mundo en el Mundial de Futbol de Qatar, luego de que pareciera que había perdido esa oportunidad. Es más: ahora Messi puede decir legítimamente que es el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos.
Sí, el gran brasileño Pelé ganó tres Copas del Mundo, y sigue siendo el único que pudo hacerlo. Pero el fútbol era muy diferente en 1958, 1962 y 1970. Messi ha jugado en una época más feroz, con muchos más partidos y mucha más presión. Brilló a lo largo de su carrera, inspirando al Barcelona para ganar cuatro Ligas de Campeones, y 10 títulos españoles, además de impulsar a Argentina a conquistar la Copa América en 2021.
A nivel individual, batió un récord obteniendo siete Balones de Oro. Pelé jugó casi toda su carrera en el Santos, antes de pasar brevemente por el Cosmos de Nueva York. Lionel Messi ha demostrado que puede ganar lejos de su zona de confort, en Barcelona, ya que contribuyó al triunfo en el campeonato francés con el Paris Saint-Germain, la temporada pasada.
Pero no son solo los trofeos ganados por Messi. Es su estilo de juego el que lo hace el mejor futbolista de todos los tiempos, ahora, con la victoria en la Copa Mundial de Fútbol.
Millones de niños de todo el planeta aman el fútbol en gran parte gracias a Messi, un hombre pequeño y tímido, con magia en los pies. El pibe rosarino podría ser cualquiera de sus hinchas, simplemente alguien que vive y respira el fútbol.
Muchos fans de Argentina, aquí en Qatar, eran trabajadores inmigrantes de lugares como India o Bangladesh. Todos ellos aman a Messi, y la hinchada argentina creció como ninguna otra en este torneo.
En la final contra Francia, Lionel Messi marcó el tono y el ritmo desde el principio, para impulsar el vuelo inicial de Argentina, con pases precisos y gambetas atrevidas, animando así a su equipo. Mantuvo la calma para anotar el penal temprano, y luego participó en el maravilloso segundo gol de Ángel di María, uno de los mejores goles de equipo en la historia de las finales del Mundial de Fútbol.
Francia, debilitada en el campo de juego por un virus, parecía no estar por ninguna parte, y, de alguna manera, empató a través del rápido doblete de Kylian Mbappé. Pero el héroe argentino redescubrió su ritmo en el alargue.
Fue uno de los goles más desprolijos de su carrera, pero eso, de seguro, no le importa. Se perdió la Bota de Oro de la Copa del Mundo porque Mbappé anotó su tercer tanto para enviar la final a los penales: eso a Messi tampoco le importará. De todos modos, ganó el premio individual al Mejor Jugador del Torneo.
Pero lo más importante, después del dolor de perder contra Alemania en el alargue, en 2014, es que ahora Messi es campeón mundial, aún después de perder contra Arabia Saudita en la apertura del Mundial de Qatar 2022.
Tuvo agallas en la tanda de penales para tirar primero y anotar, en contraste con el brasileño Neymar, que iba a ser el último, y que nunca consiguió meter la pelota en el arco, resultando en que Croacia eliminó a los brasileños en los cuartos de final.
Messi es, además, un modelo a seguir. Tuvo problemas con las autoridades fiscales españolas, pero, aparte de eso, la palabra «escándalo” no puede asociarse a este hombre de 35 años, si lo comparamos con su gran antecesor en el fútbol argentino, Diego Maradona.
