El Fondo Solidario para la Salud (Fosalud) y el Ministerio de Salud llevaron a cabo la destrucción de más de 300,000 cigarrillos decomisados en operativos contra la venta ilegal de este producto. Estos cigarrillos fueron incautados por carecer de los permisos necesarios para su comercialización.
Según fuentes gubernamentales, el valor de la mercancía decomisada asciende a cerca de $70,000. Carlos Núñez, director de Fosalud, destacó que durante los decomisos se aplicaron multas a los propietarios de los establecimientos por vender sin autorización, con sanciones que pueden alcanzar hasta los 10 salarios mínimos del sector comercio e industria.
Fredy Alberto Funes, director de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, informó que se están llevando a cabo inspecciones en todo el país para garantizar que los comercios cuenten con los permisos y licencias correspondientes para la venta de productos de tabaco.
«En aquellos establecimientos que no cumplen con la normativa, se toman una serie de medidas, incluido el decomiso de la mercancía y la aplicación de procesos administrativos sancionatorios», aseguró Funes.
En años anteriores, empresas dedicadas a la distribución de tabaco han expresado preocupación por el exceso de trámites burocráticos para obtener los permisos de comercialización, lo que, según afirman, fomenta el contrabando. Se estima que al menos el 35% de los cigarrillos consumidos en El Salvador provienen de marcas no registradas. Frecuentemente, estos productos ingresan al país a través de puntos fronterizos no controlados con Guatemala. Entre las marcas no registradas más comunes en mercados y tiendas de barrio se encuentran Modern (China) y Pine (Corea del Sur), las cuales no pagan impuestos al fisco salvadoreño.
