La pasión desbordante de los aficionados colombianos y argentinos se mezcló con incidentes antes del inicio de la final de la Copa América en el Hard Rock Stadium de Miami este domingo.
Desde temprano, miles de seguidores llenaron los alrededores del estadio, ansiosos por presenciar el enfrentamiento entre la vigente campeona Argentina y Colombia. A pesar del intenso calor y algunos contratiempos para llegar al lugar, las comunidades de ambas naciones celebraron con asados, bebidas y la final de la Eurocopa.
Sin embargo, la atmósfera festiva se vio ensombrecida por problemas en los accesos al estadio. Varios aficionados, en su mayoría colombianos, intentaron ingresar sin entrada válida, lo que resultó en intervención policial y detenciones. Este incidente provocó retrasos y caos en las afueras del estadio, frustrando a muchos seguidores que esperaban entrar pacíficamente.
«Esto es un desastre. Llevamos horas esperando y solo han abierto dos puertas», lamentó Juan, un aficionado argentino, describiendo la situación caótica.
Dentro del estadio, quienes lograron evadir los problemas externos se enfocaron en disfrutar del fútbol. Daniela Ruiz, viajando desde Medellín, expresó su confianza en la racha invicta de Colombia y la dificultad del enfrentamiento contra Argentina.
Mientras tanto, desde el lado argentino, Luciano Mattio y Daniel Klein compartieron su optimismo sobre el desempeño de su equipo y la presencia de figuras como Messi.
A pesar de los desafíos logísticos, los aficionados estaban decididos a disfrutar de una noche memorable y apoyar a sus equipos con fervor.
La expectación por el partido y la pasión de los seguidores destacaron una noche que prometía emociones intensas en la histórica final de la Copa América.