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FUSADES presenta análisis de la Encuesta de Competitividad Empresarial

Debido a que El Salvador cayó en su recesión más profunda en 2020, desde los Acuerdos de Paz, y es una de las economías de la región que muestra mayor contracción. A octubre de 2020, se habían perdido 45,003 empleos formales respecto a febrero.

Debido a esta situación se plantea un sentido de urgencia en implementar mejores políticas públicas en los pilares de la competitividad. Por lo que FUSADES presentó un breve resumen del análisis de la Encuesta de Competitividad Empresarial (ECE).

La encuesta se divide en cuatro partes las cuales son:

1- El Salvador acrecienta sus brechas con las mejores prácticas internacionales

La competitividad del país ha caído a la posición 103 de 140 naciones (IGC, WEF 2019) , y retrocedió 55 puestos en 16 años. Esto se tradujo en bajo crecimiento (2.1% en la última década) e insuficiente generación de empleo.

El 75% de las actividades laborales del país, enfrentan alto riesgo de desaparecer ante el avance de la automatización y digitalización de procesos (BID, 2018). El desempeño logístico bajó al lugar 101, siendo el subíndice de aduanas el que más cayó (lugar 120) (BM, 2018). El Salvador debe moverse a ser centro logístico; es un país pequeño pero ágil.

2- La profundidad de la caída, vuelve urgente una recuperación veloz

La proyección de aumento de la pobreza será de 6.5% (de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), siendo de las más altas en la región; y FUSADES estima una disminución de 10%, afectando a la clase media e ingresos medios bajos.

El empleo formal disminuyó 45,003 plazas respecto a febrero; pero en el año ingresarán 55,000 personas a buscar empleo; será el año con mayor insatisfacción laboral. Por la pandemia, el 93% de estudiantes del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) continuó estudiando.

3- Propuestas para mejorar los pilares de competitividad

Entre las propuestas de dicho análisis se puede encontrar:

-Agilizar la transformación digital.

-Desarrollar la capacidad de exportar, ya que estas se redujeron en US$913 millones en 2020, respecto al año previo, y 170 empresas dejaron de exportar.

-Aumentar la capacidad de innovación empresarial.

-Mejorar sostenidamente el clima de inversión.

-Incrementar el acceso a los programas de capacitación.

4- Superar una crisis tan severa, dependerá de la velocidad de la cooperación entre el sector público y privado.

Con las finanzas públicas extenuadas por el alto endeudamiento, la prosperidad de las familias salvadoreñas provendrá de la velocidad de expansión de la producción en los próximos 10 años.