El centro de San Salvador ha cambiado. En este remozado centro histórico nacen nuevos negocios e iniciativas. Entre estas se encuentra el Café Fulanos, un nuevo coffee shop que toma su inspiración de su propio entorno. Carlos Zamora, su fundador, ha realizado su sueño de crear un negocio sostenible en uno de los lugares que lo ha visto crecer. “Siempre he sido de la idea de que es importante emprender”.
Después de un largo proyecto de revitalización de las principales plazas y edificios, ahora la capital ofrece un nuevo espacio de encuentro y turismo, como no se había visto en muchos años.
Fulanos forma parte de los nuevos negocios que han nacido entre la plaza Barrios y Morazán, justo a un costado de la catedral Metropolitana. Frente a él pasan todos los días cientos de salvadores y algunos ya se atreven a entrar y probar un buen café. “Apostamos por el centro porque es un lugar que me inspira. Aquí siempre se encuentra la gente luchadora. Decidimos crear un espacio dónde la gente que está de paso pueda detenerse y hacer una pausa en su día”.
El emprendedor está agradecido con el proyecto de revitalización de la zona. Los trabajos en el área fueron más allá de remozar las tres plazas y recuperar las joyas arquitectónicas del centro. También se invirtió en el tema de la reorganización de las ventas informales, la mejora en el aseo y una apuesta mayor por brindar seguridad. “Después de todo el trabajo, las condiciones eran perfectas para invertir y corrimos el riesgo”.
¿Por qué Café Fulanos?
Zamora está por terminar su carrera en ingeniería industrial. Decidió dejar su trabajo en una empresa estable y para apostar todo a su sueño, a la creación de un café en el centro. “Fulanos es un sustantivo que se utiliza para designar a alguien de quien se desconoce el nombre. Me parece un nombre indicado, pues nos incluye a todos los que hemos tenido un origen humilde”.
La afluencia en los últimos meses ha aumentado. Zamora explica que en los primeros después de abrir el café no había mucha afluencia, pero que poco a poco fueron llegando nuevos negocios y con ellos nuevos clientes. Pronto el boca en boca les ayudó a hacerse visibles y ahora disfrutan, junto a sus clientes de la experiencia cultural que ofrece el centro histórico.
En Fulanos también se quiere vivir cultura, más allá del a que está relacionada al café y a su consumo. En su interior, cada fin de semana, resuena la música en distintos géneros. El espacio se abre para que bandas e iniciativas presenten su música. En el local ya se han presentado Cartas a Felice, Ritmos Andinos y Proyecto Pulpo. Además, en sus paredes cuelgan fotografías de distintos autores que narran aspectos de la vida del centro Histórico. “Nosotros creemos en la cultura, le apostamos a fomentar la riqueza cultural. Queremos ofrecerle al capitalino, al salvadoreño, dónde está su patrimonio, una opción de gran calidad”.
Para Zamora, los sueños siempre pueden convertirse en realidad. El siempre ha creído el emprendimiento y aconseja, a otras personas que están pensando en saltar a emprender, a que no se detengan ante los primeros obstáculos. “En El Salvador hay muchas iniciativas que dan capital semilla para los negocios, el país tiene muchas oportunidades para el emprendedor, solo está en buscar a las personas y asesorías adecuadas para ejecutar todas esas ideas que yo sé que muchos tienen afuera”.
