Luego de dos años sin celebración de fiestas patronales en San Salvador, la feligresía católica retomó uno de los actos más emblemáticos de estas fechas: la tradicional bajada del Divino Salvador del Mundo.

Decenas de personas se hicieron presentes a la plaza Salvador del Mundo, luego de una procesión que partió desde la basílica del Sagrado Corazón de Jesús, para presenciar el acto que conmemora la transfiguración de Jesús.

El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, calificó como una ”hermosa manifestación de fe” a la devoción con que la feligresía católica ha participado en las diferentes actividades religiosas de los festejos patronales en honor al Divino Salvador del Mundo y que hoy abarrotaron, luego de dos años duros a causa de la pandemia y pese a la lluvia, la procesión y posterior transfiguración del patrono.

Esa devoción a la que se refiere el prelado se puso de manifiesto durante toda la procesión de la imagen del patrono, la cual salió de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús en su recorrido a la Catedral Metropolitana, donde se realiza la Transfiguración.

Y fue saliendo la imagen y con ella se vino una fuerte tormenta, que no impidió que la feligresía acompañara el recorrido, incluso sin sombrillas, cantando y aplaudiendo el paso de la marcha que, para Escobar Alas, es muestra de la enorme fe del pueblo salvadoreño.

Así como la lluvia no cesó, tampoco cesó el acompañamiento de la feligresía católica en el recorrido de la procesión, que se acentuó frente a la fachada de la Catedral, donde miles de salvadoreños volvieron a vivir la Transfiguración del Divino Salvador del Mundo y al que pidieron por la nación que lleva su nombre.