A más de 43 años del crimen, el sistema judicial salvadoreño dio un paso histórico al condenar a tres altos exmilitares a 15 años de prisión por el asesinato de cuatro periodistas holandeses durante el conflicto armado. El fallo marca un precedente como el primer caso de crimen de guerra que alcanza la etapa de vista pública en El Salvador.
El veredicto fue emitido por el Juzgado de Sentencia de Chalatenango, tras un juicio que se llevó a cabo con la participación de un jurado ciudadano compuesto por cinco mujeres y un hombre suplente. Los exmilitares declarados culpables son el coronel Mario Adalberto Reyes Mena, excomandante de la Cuarta Brigada de Infantería; el general José Guillermo García, exministro de Defensa; y el coronel Francisco Antonio Morán, quien dirigía la Policía de Hacienda en ese entonces.
Las víctimas del crimen, los periodistas Koos Koster, Hans ter Laag, Joop Willems y Jan Kuiper, fueron emboscadas y asesinadas el 17 de marzo de 1982 en el cantón Santa Rita, Chalatenango, mientras documentaban los efectos del conflicto salvadoreño para una televisora de los Países Bajos. Según las investigaciones, los responsables fueron soldados del Batallón Atonal, adscrito a la Cuarta Brigada, quienes habrían ejecutado la emboscada como parte de una operación militar planificada.
El juicio se realizó bajo estrictas restricciones de acceso, limitado únicamente a fiscales, abogados de las víctimas, defensores de los acusados, representantes de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y miembros de la Fundación Comunicándonos, que ha acompañado el caso durante años.
Óscar Pérez, presidente de dicha fundación, sostuvo que existen evidencias claras que apuntan a que se trató de una «acción militar deliberada», y no un enfrentamiento fortuito como se quiso hacer ver durante años.
Este fallo se da en un contexto donde, tras décadas de impunidad amparada por la Ley de Amnistía de 1993 —declarada inconstitucional en 2016—, empiezan a abrirse causas judiciales por crímenes cometidos durante la guerra civil que dejó más de 75,000 víctimas fatales y al menos 8,000 desaparecidos.