El Día Mundial de la Pizza es una de las fechas más esperadas por los fanáticos que se acercan a su pizzería más cercana para disfrutar porciones de múltiples características.
Sucede que la pizza es una de las comidas más populares en el mundo, que prácticamente no varía su formato en ningún sitio. Es decir, preparar una “grande de mozzarella” es prácticamente similar tanto en Italia como en Argentina, por ejemplo.
Y, aunque la humanidad lleva milenios disfrutando de los sabores de este plato, el Día Mundial de la Pizza se estableció, oficialmente, en 2017.
El Día Mundial de la Pizza se estableció el 9 de febrero, de 2017, porque en aquel año fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, tras una votación masiva.
Puntualmente, se reunieron dos millones de firmas a nivel mundial para lograr este objetivo, que se presentaron en una reunión organizada en Jeju, Corea del Sur, por el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El fundamento principal de por qué esta comida se convirtió en un Patrimonio Inmaterial es el impacto que ha tenido, durante generaciones, en la vida social y en el arte culinario.
Como sucede con muchos platos tradicionales, aún es imposible determinar en qué país surgió la pizza. Sin embargo, historiadores lograron trazar una línea de tiempo sobre su evolución.
Según los estudios realizados, el consumo de pan de trigo con queso, hierbas y aceite de oliva, apareció en las antiguas culturas de Egipto, Persia, Grecia y Roma, hace más de 2.500 años.
Pero, en el caso de intentar descifrar dónde surgió la pizza con su aspecto actual, solo hay una respuesta: Nápoles, Italia.
