El reconocido presentador de televisión, Billy Calderón, ha pasado por una experiencia dramática después de verse involucrado en un trágico accidente ocurrido en Los Próceres, San Salvador, en marzo pasado. El incidente, que involucró a más de 30 vehículos, dejó a una persona fallecida y a muchas otras con lesiones graves, incluyendo a Billy Calderón.
Desde entonces, el presentador ha compartido abiertamente su proceso de recuperación, que ha sido difícil y desafiante. Pasó varios días en coma y ha tenido que someterse a numerosas terapias para recuperar su movilidad y volver a caminar. A través de su valiente testimonio, ha inspirado a muchos al mostrar su determinación y fortaleza durante esta difícil etapa.
Sin embargo, lo más destacable de la historia de Billy Calderón es su actitud de perdón y compasión hacia el motorista del tráiler, Carlos Alberto Portillo, conocido como Don Carlos. En una entrevista, Billy mencionó que no alberga rencor hacia él, sino que, por el contrario, desea verlo y abrazarlo. Reconoce que los accidentes pueden ocurrir y que, como le sucedió a Don Carlos, podrían sucederle a cualquiera. Billy reza todos los días por él y le envía un abrazo, dejando en claro que no siente odio hacia él. Considera que Don Carlos también es parte importante de su testimonio de vida.
En medio de su proceso de recuperación, Billy Calderón encuentra fuerza en su fe y en la voluntad de Dios. Reconoce que el perdón y la humildad son elementos esenciales para sanar y seguir adelante. Confía en que Dios le dará la ayuda necesaria para sanar completamente y poder correr nuevamente por las calles de San Salvador.
En sus propias palabras, Billy expresa su deseo de convertirse en una mejor persona y de valorar lo verdaderamente importante en la vida, como abrazar a su hijo y a su esposa. Ha aprendido que lo material puede desvanecerse rápidamente, por lo que se enfoca en cultivar relaciones significativas y vivir cada momento con gratitud. Su historia es un ejemplo de perseverancia y compasión, y ha inspirado a muchos a seguir adelante a pesar de los obstáculos.
