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Asofarma presenta en El Salvador un nuevo medicamento para tratar el cáncer de mama temprano

Este mes de agosto llega a El Salvador un nuevo medicamento para el tratamiento del cáncer de mama en etapa temprana. Este medicamento ha demostrado ser efectivo al inhibir el ciclo celular y la proliferación del cáncer mamario.

A diferencia de las terapias farmacológicas tradicionales, este nuevo medicamento presenta una toxicidad diferente, lo que brinda una mayor y mejor calidad de vida al paciente al reducir el riesgo de recaída o recidiva de la enfermedad en aproximadamente un 30%.

El cáncer de mama es una enfermedad que se caracteriza por la multiplicación anormal de las células de la mama, formando un tumor maligno. A nivel mundial, es el tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado en mujeres, afectando a 1 de cada 8 mujeres. Además, es la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en mujeres en todo el mundo. Desde 1990, la incidencia mundial de cáncer de mama ha aumentado anualmente en un 1,44%.
A nivel mundial, se estima que 1.7 millones de personas son diagnosticadas con cáncer de mama cada año, y 522,000 fallecen a causa de esta enfermedad.

En El Salvador, la incidencia de cáncer de mama ha aumentado, con 500 casos nuevos diagnosticados cada año, según el Instituto Salvadoreño del Seguro Social. Entre septiembre de 2020 y agosto de 2021, se realizaron 10,566 quimioterapias ambulatorias.

En 2018, se detectaron 1,342 casos de cáncer de mama en el país, con 961 hospitalizaciones y 122 defunciones a nivel nacional en los primeros nueve meses del año. Esta enfermedad representó el 14.4% del total de cánceres en ese año, con una tasa de incidencia de 39.9 casos por cada 100,000 habitantes en mujeres. En comparación con el año 2020, se ha observado un aumento en los casos diagnosticados de cáncer de mama, representando ahora el 16.4% del total de cánceres, convirtiéndose en la principal forma de cáncer en el país.

El cáncer de mama puede afectar a cualquier mujer y, en un porcentaje muy bajo, también a los hombres (aproximadamente 1%). Las posibilidades de desarrollar esta enfermedad aumentan con la edad, especialmente a partir de los 50 años. La detección temprana del cáncer de mama aumenta las posibilidades de cura, y se recomienda a todas las mujeres entre los 50 y 69 años, sin antecedentes personales ni familiares de cáncer de mama, realizarse una mamografía cada uno o dos años.

Existen varios factores de riesgo y medidas de prevención asociados al cáncer de mama. Algunos de estos factores incluyen ser mayor de 50 años, tener antecedentes familiares de cáncer de mama, haber recibido radioterapia dirigida al tórax, haber recibido terapia de reemplazo hormonal, haber experimentado la primera menstruación a una edad temprana o la menopausia tardía, y haber tenido el primer parto a una edad avanzada o nunca haber tenido hijos.

El sobrepeso, el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol son factores que se pueden evitar para disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Es importante destacar que el cáncer de mama hereditario representa solo alrededor del 5-10% de todos los casos.

Los síntomas del cáncer de mama pueden incluir la presencia de nódulos palpables, retracción del pezón, cambios en la textura y el color de la piel de la mama, prurito o lesiones descamativas en el pezón, y secreción por el pezón. Sin embargo, muchos de estos síntomas pueden ser asintomáticos.

El diagnóstico y la detección temprana del cáncer de mama son fundamentales para lograr altas tasas de curación. La mamografía puede detectar el cáncer de mama cuando el nódulo aún no es palpable o lo es mínimamente. Se recomienda que todas las mujeres de 40 a 69 años se realicen al menos una mamografía cada uno o dos años, junto con un examen físico de las mamas realizado por un profesional de la salud. Las mujeres menores de 40 años y mayores de 69 deben consultar con su médico acerca de la conveniencia de realizar una mamografía.

En caso de detectarse una imagen sospechosa de cáncer en la mamografía o una lesión visible y/o palpable en la mama durante el examen físico, se realizará una biopsia para definir el tratamiento. La biopsia consiste en la extracción de células y tejidos que un médico patólogo observa en un microscopio para verificar si hay signos de cáncer, según explicó el doctor Rafael Camero, gerente médico senior de oncología en Asofarma.