El presidente de Argentina, Javier Milei, anunció este miércoles la salida del país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), argumentando «profundas diferencias respecto a la gestión sanitaria» de la agencia durante la pandemia, a la que calificó de «nefasta». La decisión sigue los pasos del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien también intentó retirar a su país del organismo.
«Nunca nos olvidaremos que fueron los ideólogos de la cuarentena cavernícola que implicó, acorde al Estatuto de Roma de 1998 (artículo 7.k), cometer, en complicidad con todos los Estados que tomaron sus directivas, uno de los delitos de lesa humanidad más estrafalarios de la historia», declaró Milei en sus redes sociales.
El mandatario agregó que la OMS fue «el brazo ejecutor del mayor experimento de control social de la historia» y que Argentina no continuará su participación en un organismo «tan nefasto».
Argumentos del Gobierno
El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que el presidente ya ha dado instrucciones a la Cancillería para formalizar la salida del organismo. «Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud», enfatizó.
Adorni explicó que la medida brindará «mayor flexibilidad» al país para desarrollar políticas sanitarias adaptadas a su contexto y permitirá un uso más eficiente de los recursos. También señaló que Argentina no recibe financiamiento de la OMS, por lo que la medida no representa una pérdida económica. Actualmente, el país aporta aproximadamente 4.1 millones de dólares anuales al organismo.
El ministro de Salud, Mario Lugones, aseguró en la red social X que la salida de la OMS no afectará la cooperación internacional ni el acceso a financiamiento. «Los acuerdos con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) siguen vigentes, el calendario de vacunación está asegurado y seguimos accediendo a información epidemiológica y a insumos a menor costo», indicó.
Críticas y preocupaciones
La decisión ha generado preocupación en el ámbito académico y político. Andrea Oelsner, directora de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, consideró que la medida «es otra señal del alineamiento automático con Estados Unidos» y un paso hacia el aislamiento político internacional. «Próximas pandemias son inevitables. Aislarse y retirarse de mecanismos de cooperación internacional no es muy inteligente», advirtió.
Por su parte, el profesor Federico Merke indicó que la decisión «combina teatralidad» para contentar a la base de apoyo de Milei y a sectores afines a Trump. «Lejos de incrementar la reputación internacional del país, erosiona su credibilidad», afirmó. Además, alertó que «las amenazas a la salud no respetan fronteras» y que Argentina quedaría fuera de un espacio clave para la cooperación y coordinación global.
En junio de 2023, Argentina ya había manifestado su desacuerdo con la OMS al rechazar sumarse a un nuevo protocolo sobre pandemias impulsado por el organismo, lo que anticipó su intención de retirarse.
Postura oficial y próximos pasos
Desde la Oficina del Presidente, un comunicado reafirmó la postura del Gobierno, acusando a la OMS de «haber fallado en su mayor prueba de fuego» durante la pandemia al promover «cuarentenas eternas sin sustento científico», lo que derivó en «una de las mayores catástrofes económicas de la historia mundial».
«Urge repensar el papel de los organismos supranacionales que, financiados por todos, no cumplen con los objetivos para los que fueron creados y pretenden imponerse por encima de los países miembros», señala el documento.
Consultado sobre si el Gobierno también evaluaría salir del Acuerdo de París sobre cambio climático, Adorni indicó que «es algo que está en evaluación».
