En un emotivo encuentro celebrado en el Parque Cuscatlán, la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (FUSAL), en alianza con la Embajada de Canadá, reconoció la labor incansable de más de 300 voluntarios comunitarios dedicados a mejorar la calidad de vida de niños menores de cinco años en zonas rurales del país.
La jornada, marcada por la alegría y el compromiso social, sirvió como plataforma para el lanzamiento de la aplicación móvil «Círculo», una innovadora herramienta tecnológica diseñada para optimizar la comunicación y el seguimiento de las actividades realizadas por los voluntarios en sus comunidades.
Esta app permitirá a FUSAL contar con datos más precisos y actualizados sobre el impacto de sus programas, facilitando así la toma de decisiones estratégicas y la adaptación de las intervenciones a las necesidades específicas de cada región.
Don Ricardo Poma, presidente de Grupo Poma y representante de FUSAL, destacó la importancia de este encuentro como un espacio para reconocer y fortalecer el trabajo de los voluntarios, quienes se han convertido en agentes de cambio fundamentales en sus comunidades. «Su dedicación desinteresada está transformando vidas y construyendo un futuro más prometedor para El Salvador», afirmó Poma.
A su vez, el representante de la Embajada de Canadá en El Salvador resaltó el compromiso de su país con el desarrollo humano y social del país centroamericano, subrayando la importancia de apoyar iniciativas como la de FUSAL que promueven la participación ciudadana y el empoderamiento de las comunidades más vulnerables.
Durante el evento, los voluntarios comunitarios expresaron su profundo agradecimiento a Don Ricardo Poma por su liderazgo y apoyo incondicional a sus iniciativas. En respuesta, Roberto Poma reafirmó su compromiso de seguir trabajando en favor de las comunidades más necesitadas y destacó la importancia de crear alianzas estratégicas para lograr un mayor impacto social.
Con más de 460 voluntarios activos en 17 distritos de diferentes departamentos del país, FUSAL gestiona una extensa red de «Nutripuntos» donde se brinda atención integral a niños menores de cinco años y mujeres embarazadas. Estos espacios comunitarios se han convertido en un referente en la lucha contra la desnutrición crónica y la promoción de prácticas saludables.
«Nos llena de satisfacción ver cómo nuestro programa de primera infancia está generando un efecto multiplicador en las comunidades rurales, especialmente en las mujeres, quienes están adquiriendo nuevas habilidades y conocimientos para mejorar la calidad de vida de sus familias», afirmó Poma.
Gracias a la labor conjunta de FUSAL, la Embajada de Canadá y los voluntarios comunitarios, miles de niños y familias en El Salvador están recibiendo la atención y el apoyo que necesitan para alcanzar su máximo potencial. Este trabajo conjunto demuestra que, a través de la colaboración y la innovación, es posible construir un futuro más inclusivo y sostenible para todos.
