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Talcigüines de Texistepeque: los «hombres endiablados» que azotan el pecado en Semana Santa

Hombres vestidos de rojo, látigo en mano y espíritu fervoroso, recorrieron las calles de Texistepeque el pasado Lunes Santo como parte de una de las tradiciones más vibrantes y simbólicas de El Salvador: la procesión de los talcigüines, palabra náhuatl que significa “hombre endiablado”.

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Imagen cortesía

Esta centenaria representación, que escenifica la eterna lucha entre el bien y el mal, inició en la plaza central de esta localidad situada a más de 77 kilómetros de San Salvador. Entre látigos y redobles, los talcigüines recorren las calles azotando simbólicamente a los presentes para “expiar sus pecados” y, más adelante, enfrentarse a un poblador que representa a Jesucristo, quien los derrota con una cruz y una campanilla, los somete y camina sobre ellos.

Declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador en 2014, esta tradición mezcla el fervor religioso con elementos teatrales heredados de la época colonial, permitiendo revivir pasajes bíblicos de forma única.

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Mientras el país entero conmemora la Semana Santa con procesiones y actos religiosos, Texistepeque revive, con cada azote, una tradición que reafirma la identidad cultural y la fe del pueblo salvadoreño.