El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) informó que, hasta las 5:00 de la mañana de este lunes, se registraron 106 réplicas tras el fuerte sismo de magnitud 5.8 que sacudió El Salvador la noche del domingo. El epicentro se localizó en la ciudad de Conchagua, departamento de La Unión, a las 9:50 p. m., generando alarma en la población.
De las 106 réplicas, al menos 38 han sido percibidas por la población, con magnitudes que oscilan entre 2.5 y 4, de acuerdo con el reporte del MARN en redes sociales. La actividad sísmica se mantuvo durante la madrugada con dos sismos adicionales registrados en la misma zona. El primero ocurrió a las 5:17 a. m. con una magnitud de 3.6, y el segundo a las 5:32 a. m. con una magnitud de 3.3. Ambos temblores, según Medio Ambiente, se originaron por la activación de fallas geológicas locales y fueron superficiales.
Caída de rocas en la carretera de La Unión
La noche del domingo, el MARN reportó la caída de rocas en la carretera que conecta con el distrito de La Unión, producto del movimiento telúrico. Hasta el momento, no se han informado víctimas ni daños estructurales significativos, pero las autoridades mantienen la vigilancia en la zona debido a la constante actividad sísmica.
Sismos en San Vicente: 28 movimientos desde el sábado
De forma paralela, la zona paracentral de El Salvador también registra actividad sísmica. El MARN informó que, hasta las 5:40 a. m. de este lunes, se han contabilizado 28 sismos en el distrito de San Vicente desde el sábado 7 de diciembre.
El primer temblor se reportó a las 6:18 a. m. del sábado, y al menos dos de estos sismos han sido sentidos por la población. Las magnitudes de estos movimientos oscilan entre 2.5 y 2.6, y su origen también está vinculado con la activación de fallas geológicas en la zona, según las autoridades.
Monitoreo permanente
El MARN se mantiene en constante monitoreo de ambas zonas afectadas y ha hecho un llamado a la población a mantenerse informada a través de sus canales oficiales. Las autoridades recomiendan tener listas mochilas de emergencia y verificar las condiciones de las viviendas en caso de daños estructurales.
La actividad sísmica en El Salvador es constante debido a la interacción de placas tectónicas y la presencia de fallas geológicas activas, lo que mantiene a la población en alerta.