Como bien se ha comprobado en los últimos años las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones han permitido y aportado mucho al crecimiento y desarrollo de las sociedades y, sobre todo, a aquellas que han realizado inversiones para que estas se conviertan en una posibilidad para todos y no solamente un beneficio de pocos.
Los operadores de Internet en El Salvador, como la empresa Claro, enfrentan adversidades para mejorar el servicio y brindar precios accesibles a los consumidores, entre las que destacan el déficit de infraestructura apropiada.
Y es importante hacer mención que el problema no es la capacidad de las empresas para desplegar las redes. Ya que ellas cuentan con las herramientas y la capacidad. La dificultad es la infraestructura, pues en muchos lugares no hay por dónde llevar la fibra óptica a las casas, más a aquellas que están en lugares con difícil acceso y que no permite brindar un buen servicio a los usuarios.
Ahora bien, hablar de desarrollo, sobre todo en el ámbito económico, significa que los países tienen los ingresos para crear riqueza a fin de mantener la prosperidad o bienestar económico y social de sus habitantes. En base a este dato, podemos decir que no solo es la empresa privada la responsable de brindar un mejor servicio a los ciudadanos, es también el estado quien debe apoyar para que se cree un verdadero desarrollo en las sociedades.
La calidad de servicio debe de mejorarse para lograr una mayor cobertura y que se puedan incluir nuevos productos y servicios relacionados con la Web y las aplicaciones móviles; ya que según las cifras de Internet World Stats (IWS) la cantidad de usuarios de Facebook en El Salvador, es de 3.1 millones, la segunda mayor cifra de la región, detrás de Guatemala.
A pesar de que el sector de las telecomunicaciones es uno de los más dinámicos en El Salvador, quedan todavía aspectos importantes en el marco económico y legal que deben mejorarse para permitir el acceso y uso adecuado de nuevas tecnologías a un mayor porcentaje de la población.