La selección de fútbol de El Salvador se encuentra ante un dilema que podría afectar su preparación y desempeño en las eliminatorias rumbo al Mundial de 2026. Los juegos programados para el 10 y 14 de octubre contra Panamá y Guatemala, respectivamente, tienen como escenario previsto el estadio Cuscatlán; sin embargo, un concierto de Guns N’ Roses, agendado para el 4 de octubre, ha puesto en duda la disponibilidad del estadio para los compromisos futbolísticos.
CONCACAF ha señalado que las garantías ofrecidas por la FESFUT y EDESSA, empresa propietaria del recinto, no eliminan por completo los riesgos derivados del evento musical y que podrían afectar las condiciones óptimas del terreno de juego. Ante esto, la posibilidad de que la Azul dispute los encuentros como local en el máximo estadio del país sigue siendo incierta.
Néstor Castañeda, presidente de EDESSA, explicó en el programa Güiri Güiri al Aire que el contrato con el promotor de Guns N’ Roses se firmó en marzo, antes de que se definieran las fechas de las eliminatorias. “Tenemos la esperanza de que los partidos se puedan realizar en el Cuscatlán. No es solo una cuestión de infraestructura, sino del ambiente y apoyo que los aficionados pueden brindar a la selección”, comentó.
Castañeda también mencionó que existen alternativas para resolver la situación, como cambiar la fecha del concierto o trasladarlo a otro escenario, aunque aclaró que la decisión final no depende de EDESSA. “Aquí la voz cantante la tiene el artista y su gira, pero estamos listos como estadio y confiamos en que se pueda encontrar una solución que beneficie a todos”, aseguró.
Mientras los aficionados esperan una definición, la selección nacional se mantiene a la expectativa de confirmar su sede para dos partidos clave en la lucha por un lugar en la próxima Copa del Mundo. La decisión definitiva se conocerá en los próximos días, cuando se evalúen todas las posibilidades y se logre un acuerdo entre las partes involucradas.
