El 13 de enero de 2001, se registró en El Salvador un fuerte sismo que sacudió todo el país y que causó muchos estragos, sobre todo en la zona rural. Ocurrió a las 11:33 de la mañana y tuvo una magnitud de 7.7 grados, con una profundidad de 60 km y su epicentro fue localizado frente a la costa de Usulután. Su origen se atribuye al choque de las placas tectónicas Coco y Caribe.
Dicho fenómeno causó efectos en la economía, la sociedad y el medio ambiente. Gran número de viviendas, carreteras, caminos y otras estructuras fueron dañadas o destruidas.
Según evaluaciones realizadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los daños y pérdidas ocasionadas por el terremoto del 13 de enero de 2001 fueron estimados en 1,255.4 millones de dólares.
Ocurrieron numerosos deslizamientos o derrumbes, siendo el de mayor impacto el ocurrido en Las Colinas, en Santa Tecla. Fuentes oficiales reportaron que a nivel nacional fallecieron 944 personas; 1,155 edificios públicos resultaron dañados; 108,261 viviendas fueron destruidas y 19 hospitales dañados.
La institución realizó acciones para beneficiar a los damnificados con distribución de agua, asistencia humanitaria, construcción de viviendas, jornadas de salud, apoyo psicosocial, entre otras.#SomosCruzRoja #CruzRoja #ElSalvador pic.twitter.com/Pd9AwpJU69
— CruzRojaSal (@CruzRojaSal) January 13, 2023
Por su parte la Cruz Roja Salvadoreña destacó las acciones que se realizaron en beneficio a los damnificados con distribución de agua, asistencia humanitaria, construcción de viviendas, jornadas de salud, apoyo psicosocial, entre otras.