Hace ya una década que un grupo de músicos y promotores tuvieron la idea de llevar a los escenarios una iniciativa para revivir los clásicos rockeros de los años ochenta y noventa. Y los amantes de la nostalgia brincaron de felicidad.
El formato pasó por varias etapas, entre ellas una muy curiosa, en la que los clásicos del rock latinoamericano se llevaban al terreno de lo sinfónico. También pasaron por sus filas muchos artistas, aunque uno de los que estuvo ahí desde el inicio fue Sabo Romo, el inconfundible bajista y cofundador de Caifanes, quien tomó las riendas de este concepto que conquistó infinidad de corazones en un número indeterminado de plazas.
Ahora que el músico anuncia un concierto de aniversario en el Auditorio Nacional, para festejar los diez años de rendir tributo a una época emblemática, le preguntamos si en aquel entonces se imaginaba que durarían tanto tiempo con esta puesta en escena, a lo que responde, con el sentido del humor que lo caracteriza: