Sir Rod Stewart cerró los American Music Awards 2025 al aceptar el Premio a la Trayectoria y deleitar al público con una de sus icónicas actuaciones llenas de energía para finalizar el espectáculo el lunes (26 de mayo).
El ícono de 80 años fue presentado por cinco de sus ocho hijos —Kim, Ruby, Renee, Liam y Sean— quienes rindieron homenaje a los 60 años de carrera de su padre, durante los cuales ha vendido millones y millones de álbumes en todo el mundo gracias a éxitos que llegaron al top 10 del Billboard Hot 100 como “Maggie May”, “Hot Legs”, “Do Ya Think I’m Sexy?” y “Some Guys Have All the Luck”.
“Estoy absolutamente asombrado, no tenía idea de que estaban aquí”, dijo Stewart visiblemente emocionado tras abrazar a sus hijos. Con humor, bromeó diciendo que tiene “ocho en total… no tenía televisión”.
Stewart recordó que cuando comenzó a cantar en los años 60, “mucho antes de que todos ustedes estuvieran aquí”, dijo señalando al público, “la razón por la que me metí en esto fue porque tenía esta ardiente ambición de cantar. Eso era todo lo que quería hacer. No quería ser rico ni famoso”.
El vocalista, quien inició su carrera interpretando clásicos de blues y R&B en su natal Inglaterra antes de unirse al Jeff Beck Group y luego a Faces, y lanzar su exitosa era como solista, agradeció a todos los músicos con los que ha tocado a lo largo de los años, así como a sus mayores influencias, incluyendo Sam Cooke, el cantante de The Temptations y astro en solitario David Ruffin, y el grande del blues Muddy Waters.
Más allá de los honores, Stewart parecía genuinamente emocionado de que cinco de sus hijos estuvieran compartiendo el escenario con él, mencionando la dulce sorpresa una vez más antes de promocionar su residencia en el Caesars Palace. Luego se dirigió alegremente al escenario para interpretar su éxito de 1988 “Forever Young”, que alcanzó el puesto No. 12 en el Hot 100.
Vestido con unos pantalones negros a rayas ajustados, chaqueta de esmoquin blanca y camisa blanca con volantes abierta que dejaba ver su pecho y un collar grueso, el icónico cantante de voz rasposa lucía como si el tiempo no hubiera pasado mientras tocaba una guitarra imaginaria y cantaba “May good fortune be with you, may your guiding light be strong/ Build a stairway to heaven with a prince or a vagabond/ And may you never love in vain”, mientras un trío de coristas en minivestidos negros repetían el famoso coro de la canción con él.
El animado cierre de Stewart también incluyó a un trío de gaiteros, añadiendo un toque extra de estilo a una presentación que también contó con un intermedio de tap digno de Las Vegas, un solo de violín doble y un solo de tambor estilo banda de marcha.