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¡RidiCulés! en Lisboa

La Champios League huele a salchicha alemana. El Bayern de Múnich tumbó 2-8 un Barcelona que lució un rostro desencajado y muy pobres argumentos ante un rival tan práctico como letal frente al marco.

En el estadio  “da Luz” de Lisboa, Portugal, al Bayern le bastaron 30 minutos para visar su boleto a semifinales, y para ello solo necesitó de su contundencia pues cuando parecía que el Barça iba a dar la talla le pasó como apisonadora y lo dejó como masa para pizza.

Los “bávaros” descorcharon el encuentro con un gol de Müller, al ´4, que aprovecho una pared con Lewandowski para coronar un gran centro desde el corredor izquierdo.

Parecía que se le venía la noche encima a los culés, pero tuvieron la fortuna que, al ´7, David Alaba metió literalmente la pata y con su autogol, el Barça logró no solo un esperanzador 1-1, sino otros chispazos que pudieron cambiar la historia; como un mano a mano de Luis Suárez y  remate al poste de Messi.

La noche de terror para los catalanes estaba por llegar. Al ´21 Perisic puso el 1-2 y a la media hora ya estaba 1-4. Gnabri, al ´27,  hizo el 1-3, y Müller, al ´30,  el 1-4. Así se fueron a las duchas al medio tiempo, pero el camino allanado para los teutones.

En la etapa de complemento el Bayern, que había permitido el balón  por más tiempo  a los culés en la etapa inicial, salió a apretar y en una de esas lo encontraron mal parado y Suárez luego de sortear rivales colocó el 2-4 en el ´57.

La anotación fue un pellizco al orgullo de los bávaros que, con Kimmich al `63 y Lewandowsky ´84 pusieron más tierra de por medio con el 2-6.

Y por si fuera poco, cuña del mismo palo, Coutinho que se reportó en el complemento decretó el 2-7 y 2-8 en los minutos 85 y 87 para enviar al Barça al purgatorio y dejar a Messi como “dios” de palo y mirada perdida, quizá mucho más que el boleto.