Carlo Ancelotti avisó en reiteradas ocasiones sobre la peligrosidad del calendario y lo cargado que está el mismo. Recién comenzado 2025, el Real Madrid se enfrenta a un mes de enero con hasta ocho partidos, donde los blancos pondrán a prueba la resistencia de su plantilla y una exigencia, la de salir vivos del mes más complicado, que no es nada fácil.
Y es que el Real Madrid empieza su particular odisea con una visita a Mestalla. Jugar a domicilio contra el Valencia nunca es fácil y más cuando el partido se disputa el día 3 de enero. Otra muestra de que el calendario no para.
Con apenas una semana de descanso desde el último partido de LaLiga contra el Sevilla, donde los merengues ganaron por 4 goles a 2, Ancelotti ya tuvo el primer susto con Endrick, que tuvo que retirarse tocado en la sesión del 31 de enero. Sin revestir ningún tipo de importancia, fue un toque de atención para lo que les viene por delante a los de Ancelotti.
Desde dentro del vestuario, una fuente se resigna antes ESPN diciendo que “es lo que hay”, pero también admiten que psicológicamente es una carga “importante” porque el Madrid disputará cuatro competiciones en el año nuevo: y en ninguna puede fallar.
Además de los compromisos de liga, donde el Madrid jugará contra el Valencia, Las Palmas y Valladolid (no es mal calendario), el equipo también jugará Copa del Rey contra la Deportiva Minera, la Supercopa de España contra el RCD Mallorca y Champions League contra el RB Salzburg y el Brest. Son siete partidos que podrían ser ocho si, como dicen los números y los blancos lo confirman en el campo, el Madrid se clasifica para la final de la Supercopa de España.