El clásico huele a venganza, huele a “bálsamo” para curar heridas. El Real Madrid mallugado por su última derrota ante el Manchester City en la Liga de Campeones, se disputa el clásico español ante el Barcelona con la esperanza de conseguir un ungüento que le cure el dolor y le permita alcanzar el liderato.
Para los de Zidane un triunfo también podría saber a venganza ya que perdieron durante su visita a territorio catalán en la primera vuelta.
El encuentro se jugará mañana en el Santiago Bernabéu la casa del Real Madrid, pero eso no garantiza victoria para los blancos ya que el Barça no respeta patio ajeno.
El conjunto catalán ha ganado allí en sus últimas cuatro visitas y mañana espera hacer la “manita”, algo que sería catastrófico para los merengues que verían a los visitantes alejarse en la tabla.
«Después de una noche muy dura, veo dos opciones: podemos pensar en la derrota de ayer o trabajar para la victoria. Yo elijo lo segundo. Cabeza y corazón ya en el Clásico», dijo Sergio Ramos, capitán del Madrid.