Las recientes declaraciones del futbolista mexicano Javier “Chicharito” Hernández sobre el papel de las mujeres en la sociedad han desatado una ola de críticas en redes sociales, medios de comunicación y entre figuras públicas, incluida la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien respondió tajantemente: “Tiene mucho que aprender”.
Durante una entrevista transmitida en redes sociales, “Chicharito” expresó comentarios considerados por muchos como estereotipados y despectivos hacia las mujeres, al insinuar que el rol femenino debe estar subordinado al masculino en ciertos aspectos de la vida familiar y profesional. Las declaraciones provocaron reacciones inmediatas de activistas, periodistas, y ciudadanos, quienes calificaron sus palabras como retrógradas y alejadas de los avances en materia de equidad de género.

Ante la polémica, la presidenta Claudia Sheinbaum fue consultada al respecto en una conferencia de prensa, donde afirmó:
“Tenemos que dejar atrás estereotipos machistas si queremos construir una sociedad más justa e igualitaria. El señor Hernández, como muchos otros, todavía tiene mucho que aprender sobre el respeto y la equidad entre mujeres y hombres”.
Sheinbaum, la primera mujer en ocupar la Presidencia de México, aprovechó la ocasión para subrayar la importancia de continuar impulsando políticas públicas con perspectiva de género y fomentar una cultura de respeto y equidad desde todos los sectores, incluido el deportivo.
Diversas organizaciones feministas también alzaron la voz y señalaron que figuras públicas como “Chicharito” tienen una gran responsabilidad al emitir opiniones que pueden influir en millones de seguidores. “Las palabras importan, sobre todo cuando vienen de líderes de opinión. No podemos normalizar discursos que perpetúan desigualdades”, expresó en un comunicado la colectiva Mujeres Unidas por la Equidad.
Hasta el momento, Javier Hernández no ha emitido una disculpa pública ni aclarado sus declaraciones. Sin embargo, la presión social y mediática continúa creciendo.
La polémica se inscribe en un contexto de creciente conciencia social sobre los derechos de las mujeres en México, donde aún persisten desafíos significativos en temas como la violencia de género, la brecha salarial y la representación política.






