Las manifestaciones de protesta que estallaron el 11 de diciembre contra la presidenta Dina Boluarte y el Congreso peruano alcanzaron su máximo nivel de violencia este lunes con siete personas muertas, un centenar de policías heridos y el ataque a canales de televisión en Lima.
La defensora del Pueblo, Eliana Revollar, confirmó que ha aumentado a siete las personas que han perdido la vida en algo más de 24 horas en los enfrentamientos entre la Policía y manifestantes que piden la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso, que destituyó al expresidente Pedro Castillo después de anunciar un autogolpe de Estado.
«Han sido dos jornadas muy lamentables con un saldo de siete personas fallecidas dos de ellas menores de edad y todos por proyectiles de armas de fuego», dijo Revollar a la prensa local. Los enfrentamientos más violentos tienen lugar en el sur del país, concretamente en los departamentos de Apurímac y Arequipa.
A raíz de la convulsión social, el Gobierno decretó este lunes el estado de emergencia por 60 días en siete provincias del departamento sureño de Apurímac, epicentro de las protestas que piden la destitución de Boluarte.