La selección de Nicaragua protagonizó una de las mayores sorpresas de la primera jornada de la fase final de las eliminatorias de la Concacaf para el Mundial de 2026 al igualar 1-1 frente a Costa Rica, en un partido que quedará marcado en la historia del fútbol nicaragüense.
A pesar de quedarse con un jugador menos desde el minuto 54 por la expulsión de Jason Coronel, la Azul y Blanco logró remontar la mínima ventaja que Costa Rica había conseguido en el minuto 60 con un cabezazo de Alexis Gamboa tras un tiro de esquina ejecutado por Alejandro Bran. La reacción nicaragüense llegó gracias al ingreso de Marlon López, Byron Bonilla y Bancy Hernández, quienes revitalizaron al equipo bajo la dirección del chileno Marco Antonio ‘el Fantasma’ Figueroa.
El momento cumbre del encuentro llegó en el minuto 81, cuando Byron Bonilla convirtió un penalti ante la atenta mirada del veterano portero Keylor Navas, desatando la euforia de los miles de aficionados que acudieron al Estadio Nacional de Fútbol en Managua. Ariel Aráuz, otra de las figuras del encuentro, junto a Bonilla y Hernández, se convirtieron en constantes amenazas para la portería costarricense.
El entrenador mexicano de Costa Rica, Miguel Herrera, intentó revertir la situación con cambios estratégicos, pero su equipo mostró falta de profundidad y personalidad para sostener la ventaja inicial, quedando a merced de la ofensiva nicaragüense. La victoria moral se la llevó Figueroa, quien logró mantener el control del partido a pesar de la desventaja numérica.
Con este resultado, las selecciones de Nicaragua, Costa Rica, Haití y Honduras cerraron la primera jornada del Grupo C con un punto cada una, luego del empate 0-0 entre los equipos caribeños horas antes. La igualdad histórica mantiene viva la ilusión de Nicaragua de clasificar por primera vez a una Copa del Mundo.