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Carta abierta a honorables magistrados de la sala de lo penal

Naciones Unidas y autoridades suizas comprobaron inocencia de Enrique Rais

El accionar de la Fiscalía General de la República, en la administración de Douglas Meléndez, quedó en contradicho; luego que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas (GTDA), en conjunto a las autoridades del Estado de Suiza, comprobaran que el empresario salvadoreño, Enrique Rais, fuera víctima de una doble persecución política en El Salvador.

Naciones Unidas y las autoridades suizas confirmaron la inocencia del empresario salvadoreño, apoyado en los siguientes hallazgos:

-El Fiscal Federal de Suiza confirmó el ex Fiscal Douglas Meléndez no presentó pruebas fehacientes contra Rais, por lo que desestimaron la denuncia de Fiscalía salvadoreña.
-El Fiscal específico de Vaud, después de 3 años de investigación, concluyó que la denuncia de los canadienses, Matteo Pasquale y Franco Pacetti, no tuvo fundamentos de prueba fidedignas.

  • Los relatos y pruebas determinaron que el ex abogado de Enrrique Rais, habría entregado documentos de las empresas a los canadienses, con los que pretendieron acusarlo por lavado de dinero y estafa.
  • Las autoridades comprobaron que el dinero depositado en cuentas de bancos Suizos eran de legítima obtención legal.
  • Obtuvieron registros oficiales y pruebas de que los ingresos financieros fueron declarados al Ministerio de Hacienda, para el pago de los impuestos correspondientes.

Por otra parte, las autoridades confirmaron que la doble persecución fue realizada bajo las órdenes del ex fiscal Douglas Meléndez, lo cual en su momento, fue denunciado por los abogados defensores de Rais.

Lo hallazgos anteriores, llevaron también al GTDA de ONU y al Gobierno Suizo concluir en que que la Fiscalía salvadoreña utilizó, en ese entonces, testigos sin rostros y de su propia autoría para fabricar pruebas falsas.

Luego de los análisis pertinentes ambas instancias dictaminaron que el caso judicial finalizar con la absolución total de los cargos con que se le acusaran y que Enrique Rais era merecedor de una indemnización por daños y perjuicios a su moral.