El 1 de agosto de 1981, la historia de la música cambió para siempre. En un momento decisivo, una carta de ajuste en la pantalla de los televisores de tubo fue seguida por algo completamente inesperado: imágenes del lanzamiento de una nave espacial y un astronauta colocando una bandera en la luna con el icónico logo de MTV.
Este evento marcó el debut de la cadena musical MTV, que se convirtió en el primer canal dedicado exclusivamente a la transmisión continua de videos musicales.
En aquellos días, las parabólicas empezaban a hacer su aparición en las ciudades extranjeras, mucho antes de que llegaran a España, especialmente en la década de los 90 con la llegada de Canal Plus y Vía Digital. La música, hasta entonces presentada esporádicamente en programas de variedades, especiales de fin de año y los populares Minutos Musicales de TVE, encontró en MTV una plataforma constante y revolucionaria.
El primer videoclip emitido por MTV, «Video Killed The Radio Star» de The Buggles, envió un mensaje potente a la escena musical global: la imagen en movimiento había llegado para quedarse. Aunque el lema de «El vídeo mató a la estrella de la radio» sugería una revolución, la realidad fue más matizada. La radio continuó prosperando, adaptándose con la aparición de radiofórmulas musicales y el auge del radiocasete y el Walkman, mientras MTV consolidaba su lugar como el nuevo hogar de la música visual.
El videoclip, un formato que combinaba la música con imágenes dinámicas, nació de la fusión de dos grandes influencias: el cine y la televisión. Las películas musicales, desde «Melodías de Broadway» hasta las actuaciones de Elvis y los clásicos de Fred Astaire y Ginger Rogers, habían ofrecido una experiencia visual para la música, pero siempre en formatos largos. Con MTV, la promesa era diferente: una nueva propuesta musical cada pocos minutos, capturando la atención de una juventud ansiosa por ver a sus ídolos en acción.
Durante los años 80, la explosión de la creatividad se hizo evidente. Los artistas, ahora impulsados por un mercado en expansión y un aumento en el presupuesto de producción, comenzaron a experimentar con videoclips cada vez más innovadores. El auge de los equipos de sonido en los hogares y la relativa contención de la piratería permitió a las multinacionales invertir en colaboraciones con directores de cine de renombre, dando lugar a producciones emblemáticas como el videoclip de «Thriller» de Michael Jackson, que transformó para siempre el panorama del videoclip y de la música pop en general.
En resumen, el lanzamiento de MTV y el auge del videoclip no solo diversificaron el consumo de música, sino que también marcaron el inicio de una era en la que la imagen y el sonido se fusionaron en una nueva forma de expresión artística y comercial.