El piloto neerlandés Max Verstappen, de Red Bull, enfrentará una sanción de cinco puestos en la parrilla de salida del Gran Premio de Sao Paulo, que se llevará a cabo este próximo domingo. Esta sanción es el resultado de un cambio en su motor, que se ha sustituido por sexta vez en lo que va de la temporada.
La situación del líder del Mundial ha estado en tensión, y la confirmación del cambio en la unidad de potencia por parte del equipo se produjo este viernes, dejando claro que no había más tiempo para esperar. Con el campeonato en juego, esta sanción podría complicar su estrategia en la carrera.
Verstappen no ha tenido un rendimiento óptimo recientemente; su sexta posición en el Gran Premio de México, donde Lando Norris (McLaren) terminó segundo, ha llevado a Red Bull a tomar decisiones drásticas para evitar ser superados en la clasificación del Mundial. Norris está mostrando un rendimiento superior, poniendo en peligro la ventaja que Verstappen ha mantenido en la lucha por el título.

Con solo cuatro carreras restantes en la temporada, el circuito brasileño, conocido por facilitar los adelantamientos, representa una oportunidad y un desafío. Red Bull ha decidido arriesgarse a que Verstappen comience desde una posición desventajosa para garantizar que su coche esté en óptimas condiciones para el resto de la competencia.
A pesar de la sanción, el vigente campeón de Fórmula 1 busca su cuarto título consecutivo, llevando una ventaja de 47 puntos sobre Norris en la clasificación general. En cuanto al Mundial de constructores, Red Bull mantiene una ventaja de 29 puntos sobre Ferrari, quienes han logrado victorias recientes en Austin y México con sus pilotos Charles Leclerc y Carlos Sainz.
El Gran Premio de Sao Paulo promete ser una carrera emocionante, con Verstappen tratando de recuperar terreno mientras se enfrenta a la creciente presión de sus competidores.






