El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dará inicio este sábado a una gira por varios países de América Latina, con el objetivo de fortalecer las relaciones con sus aliados regionales para enfrentar temas críticos como la migración irregular, el narcotráfico, el terrorismo y la creciente influencia de China en el continente. Rubio considera que es crucial contar con naciones que respalden las políticas estadounidenses y rechacen la influencia de potencias extranjeras como China, especialmente en áreas estratégicas como el Canal de Panamá.
Uno de los puntos clave de la gira será abordar el control sobre el Canal de Panamá, que actualmente está operado por una empresa de Hong Kong, lo que, según el gobierno de Estados Unidos, representa una amenaza tanto para la seguridad nacional de EE. UU. como para la de Panamá y el resto del hemisferio. Además, Rubio buscará que los países de la región accedan a recibir a sus deportados sin excepción y fomenten acuerdos de «tercer país seguro», con el fin de evitar que los migrantes soliciten asilo en Estados Unidos.
La otra gran prioridad de Rubio será consolidar la alianza con los líderes regionales que gozan de un alto índice de aprobación, como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien podría reunirse con Rubio el lunes, y los mandatarios de Costa Rica y República Dominicana, quienes también forman parte de este grupo de aliados estratégicos. El enviado de EE. UU. para Latinoamérica, Mauricio Claver-Carone, destacó la importancia de estos líderes como referentes en términos de seguridad y crecimiento económico.
Rubio comenzará su gira el sábado en Panamá, donde se reunirá con el presidente José Raúl Mulino, para continuar su visita a otros países clave en la región. Esta gira se enmarca dentro de los esfuerzos por reforzar las relaciones bilaterales y avanzar en la implementación de políticas que busquen la estabilidad, el crecimiento económico y la seguridad en el hemisferio americano.