La soya sostenible proveniente de Estados Unidos se consolida como un insumo clave para la seguridad alimentaria en El Salvador, al combinar beneficios nutricionales, respeto al medio ambiente y fortalecimiento de la economía local.
Cultivada bajo prácticas agrícolas sostenibles, la soya estadounidense mantiene su productividad incluso frente a sequías, inundaciones y otros fenómenos climáticos, garantizando un suministro confiable de alimentos. Según el Consejo de Exportación de Soya de Estados Unidos (USSEC), este grano contiene entre un 35 % y un 40 % de proteína de alta calidad, junto con aminoácidos esenciales, ácidos grasos insaturados, vitaminas del complejo B y minerales como hierro, calcio y zinc. Esto la convierte en un alimento esencial tanto para el consumo humano como para la alimentación animal.
Luis Bustamante, líder de sostenibilidad para Latinoamérica de USSEC, afirma que la soya sostenible asegura “un suministro constante de alimentos nutritivos, mejorando la seguridad alimentaria y la nutrición, especialmente en poblaciones vulnerables de la región”. La industria avícola ha sido una de las principales beneficiarias, al incorporar este grano en la alimentación de pollos y gallinas ponedoras, elevando la calidad del pollo y el huevo, productos de alto consumo en los hogares salvadoreños.
Además de sus beneficios nutricionales, la producción sostenible de soya contribuye a la protección del medio ambiente. Grecia Delgado, líder de mercado de USSEC para El Salvador, Honduras y Nicaragua, explica que estas prácticas promueven la biodiversidad, un uso eficiente de la tierra y el agua, reducción de gases de efecto invernadero, reforestación, rotación de cultivos y manejo inteligente de nutrientes.
El impacto económico también es notable, pues la soya sostenible dinamiza la cadena de valor local, beneficiando desde agricultores hasta consumidores, bajo estándares internacionales. Actualmente, El Salvador cuenta con tres empresas que producen soya bajo la marca Sustainable U.S. Soy: Saram S.A. de C.V. (Alimentos Mor) y Grupo Campestre con su marca Avícola Campestre. En toda la región, 49 compañías cumplen con estos estándares.
Con la promoción de la soya sostenible, El Salvador se posiciona como un referente en nutrición, sostenibilidad y desarrollo económico, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Este enfoque integral demuestra cómo la agricultura responsable puede nutrir a las personas, proteger el planeta y fortalecer las economías locales.