Francia enfrenta serias interrupciones en su sistema de transporte un día después de que saboteadores atacaran las líneas ferroviarias de alta velocidad. El ataque ocurrió en el mismo momento en que el país daba inicio a los Juegos Olímpicos de París, dejando a la nación con una pregunta crucial: ¿quién es el responsable?
El primer ministro saliente de Francia, Gabriel Attal, calificó el ataque como un esfuerzo «coordinado» y destacó que tanto los servicios de inteligencia como las fuerzas de seguridad están trabajando en la investigación. Attal instó a no apresurarse a sacar conclusiones prematuras, mientras que el ministro del Interior, Gérald Darmanin, aseguró que la policía identificará a los responsables «bastante rápido». Darmanin también mencionó que se ha recuperado una «cantidad de evidencia» significativa tras la operación.
El sabotaje afectó las principales rutas de los trenes de alta velocidad que conectan varias regiones del país. Según Axel Persson, líder del sindicato ferroviario CGT, los perpetradores demostraron un amplio conocimiento de la red ferroviaria, sugiriendo que podrían haber tenido acceso a información muy precisa. Persson no descartó la posibilidad de espionaje industrial, señalando que empleados del ferrocarril o trabajadores de la construcción podrían estar involucrados.
Francia, conocida por sus huelgas y manifestaciones, podría haber sido víctima de un acto de protesta. Los activistas ambientales y otros grupos han bloqueado anteriormente infraestructuras para llamar la atención sobre sus causas, aunque estos ataques han sido generalmente anunciados. Una fuente de inteligencia indicó que métodos similares han sido usados por la extrema izquierda en el pasado, pero no hay evidencia concreta que vincule los ataques recientes con estos grupos.
El último gran acto de vandalismo en las líneas de trenes de alta velocidad en Francia ocurrió en 2008, cuando varillas de acero fueron colocadas en cables eléctricos aéreos. A pesar de las acusaciones iniciales, los arrestados fueron finalmente absueltos de sabotaje.
En un contexto más amplio, Francia ha sido objeto de presuntos ataques de sabotaje, con implicaciones de posibles agentes extranjeros. Francia ha mantenido una postura firme en su apoyo a Ucrania durante el conflicto con Rusia, lo que podría haberla convertido en un objetivo. A principios de esta semana, las autoridades francesas detuvieron a un ciudadano ruso acusado de preparar eventos desestabilizadores durante los Juegos Olímpicos, aunque el Kremlin ha negado cualquier implicación.
El presidente Emmanuel Macron y las autoridades francesas están en alerta mientras continúan investigando los ataques y evaluando sus posibles motivaciones. Francia sigue comprometida en garantizar la seguridad durante estos importantes eventos internacionales, a pesar de las serias interrupciones que han sacudido el país.