La contienda presidencial entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump continúa cerrada, con ambos empatados en un 47% de apoyo, según la última encuesta nacional de CNN y SSRS.
Con la votación anticipada en curso, ambos candidatos intensifican sus campañas para atraer a votantes clave, especialmente a los hispanos, quienes representan el 15% del electorado y han sido tradicionalmente un bastión demócrata. En esta ocasión, Harris cuenta con un 54% del respaldo hispano frente al 37% de Trump, aunque el margen de error del sondeo es de un elevado 9.9%, lo que demuestra lo reñida que está la contienda.
Lusi Miranda, presidenta de Latino Victory Fund, asegura que este proceso electoral representa un cambio en la estrategia para conquistar el voto latino, subrayando la importancia de entender las diversas identidades dentro de la comunidad.
“Cada uno de nosotros tiene un sabor, y hay que saber cómo mover la ficha para llegar a diferentes sectores: hombres, mujeres, jóvenes, y mayores”, afirmó Miranda en una entrevista con CNN, destacando la necesidad de diferenciar estrategias según las particularidades de cada subgrupo hispano.
La importancia del voto hispano, sin embargo, trasciende las estadísticas. Este grupo de votantes podría inclinar la balanza en estados clave como Arizona, Nevada y Pensilvania, que en 2020 jugaron un rol fundamental en la victoria de Joe Biden. Para 2024, el Centro de Investigaciones Pew estima que 36,2 millones de latinos serán elegibles para votar, un 12% más que en 2020.
Aunque la mayoría reside en estados con tendencias demócratas o republicanas consolidadas, los votantes hispanos en estados de tendencia incierta podrían definir el resultado final.
En Arizona, donde Biden ganó en 2020 por apenas 10,457 votos, el número de votantes hispanos podría ser decisivo. En Nevada, donde Trump perdió por 33,596 votos, los latinos también podrían ser el factor de desempate en una carrera cerrada, según proyecciones de la UCLA y el AS-COA.
La historia reciente muestra que en una elección tan ajustada, los latinos podrían desempeñar el papel de “voto definitivo”, especialmente en los estados donde los márgenes de victoria han sido tradicionalmente estrechos.
El desenlace de la contienda entre Harris y Trump dependerá de si ambos candidatos han comprendido y atendido suficientemente las complejidades de la comunidad hispana, o si, como en una partida de ajedrez, han movido estratégicamente sus fichas para ganarse este importante sector del electorado.