Grupo Roble y la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (FUSAL) han unido fuerzas para brindar apoyo a familias afectadas por la reciente depresión tropical que azotó el país en junio. Esta colaboración se enmarca dentro del compromiso de FUSAL de responder a emergencias y crisis humanitarias, un esfuerzo que la fundación ha sostenido por más de 38 años.
FUSAL, conocida por su papel fundamental en el alivio de las necesidades de las comunidades más vulnerables, forma parte del Equipo Humanitario de País y ha sido un pilar en la distribución de más de $874 millones en donaciones a lo largo de su trayectoria. Su trabajo ha beneficiado a una amplia red de instituciones y comunidades en todo El Salvador, especialmente en tiempos de crisis.
El pasado mes de junio, El Salvador enfrentó una severa depresión tropical que llevó a la declaratoria de estado de emergencia a nivel nacional. Las fuertes lluvias, que superaron los promedios anuales, obligaron a la activación de 120 albergues para proteger a más de 4,100 personas directamente afectadas. Sin embargo, incluso después de que las lluvias cesaron, muchas familias en municipios como Usulután, Ahuachapán y Sonsonate siguen luchando por recuperar sus medios de vida y reparar los daños en sus hogares.
En respuesta a esta situación, Grupo Roble realizó un generoso donativo de $5,000, el cual fue canalizado a través de FUSAL para llevar asistencia alimentaria a 100 familias en riesgo nutricional, especialmente aquellas con niños en Puerto El Triunfo, Usulután. Este aporte permitió la distribución de kits de alimentación que incluyen productos esenciales como aceite, azúcar, harina de maíz, sal, pasta, frijoles, leche en polvo, Incaparina, agua potable y arroz fortificado.
“El objetivo es proporcionar un mes de seguridad alimentaria mientras estas familias se recuperan y restauran sus medios de vida”, explicó Karla Segovia, directora ejecutiva de FUSAL. Añadió que este esfuerzo no solo se limita a la entrega de alimentos, sino que también cuenta con el seguimiento del equipo técnico del Programa de Primera Infancia de FUSAL, garantizando que la emergencia no afecte negativamente el desarrollo infantil.
Grupo Roble, un aliado institucional constante de FUSAL, ha demostrado una vez más su compromiso con la comunidad salvadoreña al activar donaciones extraordinarias en momentos de emergencia. Esta alianza estratégica es un claro ejemplo del impacto positivo que la asistencia humanitaria puede tener en la vida de las familias afectadas por desastres naturales.
En el marco del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, FUSAL reafirma su compromiso con las poblaciones más vulnerables de El Salvador, trabajando de la mano con aliados como Grupo Roble para seguir marcando la diferencia en la vida de aquellos que más lo necesitan. Con acciones como esta, ambas instituciones continúan contribuyendo al desarrollo social y económico del país, demostrando que la solidaridad y la cooperación son esenciales para superar los desafíos que enfrentan las comunidades en situaciones de emergencia.