El infectólogo salvadoreño, Jorge Panameño, informó que los contagios de COVID-19 han alcanzado una especie de meseta, donde no hay un aumento notorio, pero tampoco se observa una disminución significativa. Según el experto, la fase de aceleración ya ha pasado, y se espera que en una o dos semanas comiencen a disminuir los casos.
Aunque las infecciones respiratorias agudas y los casos de neumonía persisten, Panameño sugiere que se encuentra en una fase de meseta y anticipa una disminución en las próximas semanas. Sin embargo, lamenta la falta de un informe oficial de las autoridades de salud que respalde esta percepción desde su experiencia médica.
El especialista relaciona la reciente ola de contagios con la subvariante JN.1 de Ómicron, que se ha vuelto dominante a nivel mundial. A pesar de no contar con una confirmación oficial, Panameño observa que los pacientes informan que este es su tercer o quinto contagio, pero con cuadros leves que no requieren hospitalización.
La subvariante JN.1 se caracteriza por síntomas como fiebre, congestión nasal, dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y molestias en la garganta, pudiendo ser asintomática o presentarse de manera grave.
Desde principios de enero, se ha notado un aumento en las consultas médicas por infecciones respiratorias agudas y casos de COVID-19. El ministro de Salud, Francisco Alabi, mencionó más de 30 casos positivos de COVID-19 y al menos cinco hospitalizaciones, sin descartar la presencia de la nueva subvariante.
Jorge Panameño ha alertado sobre el incremento de casos de neumonías graves en el país, atribuyéndolo a las neumonías comunitarias causadas por la Influenza tipo A. Advierte sobre la circulación del Virus Sincitial Respiratorio (VSR), que antes se consideraba exclusivo de niños pero ahora afecta a personas de cualquier edad, especialmente aquellas con factores de riesgo. La situación ha llevado a un aumento de casos de neumonía y lamentablemente, a fallecimientos.
