Después de un año con fuertes alzas en los costos de los insumos, el sector ganadero salvadoreño se muestra más optimista para 2023 y prevé un crecimiento del 17 % en la producción de leche.
La presidenta de la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (Proleche), Melissa Espinal, explicó que el crecimiento se respaldará con una buena cosecha de maíz y con la esperanza de que no ocurran eventos extremos durante el invierno.
“Entre un 17 % y un 18 % esperamos crecer en el 2023 en producción de leche, no en cabezas”, puntualizó Espinal.
La vocera de la gremial aseguró que en 2022 disminuyó “un poco” la producción, pero se mejoró la calidad genética del ganado.
Indicó que el país siempre ha importado lácteos, pero que a veces las compras son tantas que colocan “en segundo plano” a la producción nacional.
Los datos del Banco Central de Reserva (BCR) señalan que las importaciones de lácteos y sus derivados pasaron de $229 millones en 2021 a $280 millones en 2022, equivalente a un incremento de $50 millones (22 %). Mientras que en el volumen el alza rondó los 6.5 millones de kilogramos ( 7.4 %), y para el cierre del año pasado se adquirieron 94.5 millones en productos derivados de la leche.
Nicaragua es el principal proveedor de lácteos para la población salvadoreña, pues un 53 % de todo lo comprado proviene de dicha nación.
