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Funerarias salvadoreñas hicieron “su agosto” en junio y julio

Si aún sector le ha sobrado trabajo y oficio a nivel mundial durante la pandemia del Covid-19 es al que presta servicio funerario. Son cientos de miles de muertos los que el coronavirus se ha llevado entre enero y septiembre de este año, y El Salvador no ha sido la excepción.

La pandemia no solo trajo saturación de trabajo para la mano de obra que se encarga de fabricar los ataúdes, sino también para las casas funerarias que preparan el camino hacia la última morada, y que en esta ocasión, incluso, cargaron de más luto los gastos fúnebres.

El negocio para estas empresas fue redondo y bien lo graficó  la página periodística “Público” de España, que señala que “en la vida se paga por todo, hasta por morir”, en la que hace referencia como en el país ibérico las funerarias aprovecharon la emergencia del Covid-19 para incrementar precios.

En El Salvador el comportamiento fue bastante similar y aunque hasta hoy solo se habla de 770 muertos oficiales a consecuencia de la pandemia, durante estos meses son cientos de familias que han requerido servicios fúnebres.

El Presidente de la Defensoría del Consumidor, Ricardo Salazar, dijo que durante la cuarentena se atendieron más de 30 mil consultas así como denuncias por el incremento de cobros por gastos funerarios entre los meses de junio y julio.