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Fue robado de bebé y llevado a Estados Unidos 40 años después encuentra a su familia

Scott Lieberman, un hombre estadounidense de San Francisco, descubrió recientemente que fue robado de su familia biológica en Chile cuando era un bebé y llevado a los Estados Unidos para su adopción. Esta impactante historia revela la oscura realidad de las adopciones ilegales durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.

Durante ese período, numerosos bebés fueron entregados a agencias de adopción. Algunos de ellos provenían de familias acomodadas, mientras que otros eran directamente robados de hogares más humildes. Scott Lieberman parece ser un ejemplo de este último caso.

Esta noticia fue difundida por la cadena de noticias CNN quienes han documentado múltiples casos de bebés chilenos que fueron robados al nacer. Las autoridades del país afirman que sacerdotes, monjas, médicos, enfermeras y otras personas estuvieron involucradas en estas adopciones ilegales, motivadas principalmente por el lucro.

Se estima que el número de bebés robados en Chile podría ascender a miles. Sin embargo, las investigaciones sobre estas controvertidas adopciones han avanzado lentamente a lo largo de los años, ya que muchos de los involucrados han fallecido y varias clínicas u hospitales relacionados con los robos ya no existen.

La historia de Scott Lieberman comienza en 1979 en Cañete, Chile, cuando su madre biológica, Rosa Ester Mardones, una joven en dificultades económicas, fue engañada por monjas católicas y una trabajadora social. Mardones fue llevada a Santiago bajo la promesa de un empleo doméstico en la casa de un médico, mientras que en realidad su bebé fue arrebatado de sus brazos en la Clínica Providencia de Santiago.

Scott Lieberman, quien ahora tiene 42 años, solo descubrió la verdad sobre su origen después de leer un reportaje sobre adopciones ilegales en Chile el año pasado. Con la ayuda de «Nos Buscamos», una organización sin fines de lucro dedicada a reunir a familias separadas, pudo encontrar a su media hermana Jenny Escalona, quien confirmó su parentesco a través de pruebas de ADN.

Finalmente, el 11 de abril de este año, Scott Lieberman voló a Chile para reunirse con su familia biológica. Aunque su madre había fallecido en 2015 sin saber que su hijo había sido adoptado, pudo abrazar a su media hermana en el aeropuerto de Concepción, donde no se necesitaron palabras para expresar la emoción y la conexión que sentían. Durante su estancia en Chile, Lieberman también visitó la tumba de su madre biológica y se reunió con su padre biológico.

Lieberman se siente agradecido y completo al haber encontrado a su familia y experimentar el amor que nunca había sentido antes. Sin embargo, también reflexiona sobre las muchas madres y niños que todavía no han podido reunirse y espera que su historia inspire a otros a buscar la verdad sobre su origen.

El caso de Scott Lieberman arroja luz sobre un capítulo oscuro de la historia de Chile y destaca la importancia de la búsqueda de la verdad y la justicia para las