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FMI concluye consulta del Artículo IV advirtiendo nuevos riesgos para El Salvador

Para el directorio del Fondo Monetario Internacional, El Salvador se está recuperando con rapidez de la pandemia, ya que la demanda externa es vigorosa, las remesas son resilientes y existe una sólida gestión de la pandemia, sobre todo, con la ayuda del desembolso en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido aprobado en abril de 2020.

Los indicadores del organismo indican que la economía se contrajo 7.9% en 2020, y según las proyecciones crecerá alrededor de 10% en 2021 y 3.2% en 2022.

En este contexto, advierten algunas vulnerabilidades relacionadas con la deuda pública, específicamente, los déficits fiscales y el elevado costo del servicio de la deuda, los cuales están generando necesidades de financiamiento elevadas y crecientes.

El FMI apunta a que el déficit fiscal está proyectado en 5.8% del PIB en 2021 y aproximadamente 5% del PIB en 2022. Con las políticas vigentes, la deuda pública subiría a alrededor de 96% del PIB en 2026, en una trayectoria insostenible.

Uno de los temas acordados por la entidad es señalar las posibles implica de haber adoptado el Bitcoin como moneda de curso legal, para lo que advierten riesgos para la integridad financiera y del mercado, la estabilidad financiera y la protección del consumidor.

En otros temas, el FMI advierte que las vulnerabilidades fiscales derivadas de la elevada relación entre la deuda pública y el PIB se han agudizado durante la pandemia y requieren acciones inmediatas. Subrayaron que las grandes y crecientes necesidades de financiamiento están limitando el crecimiento a mediano plazo y resaltaron la necesidad de implementar reformas fiscales estructurales.

Por lo anterior, recalcan la importancia de otras reformas estructurales para fomentar un crecimiento inclusivo y respaldaron los esfuerzos para reducir la delincuencia, la burocracia y los costos de la energía, y por promover la inversión en infraestructura y el gasto social, incluyendo en salud y educación.

El Directorio reiteró al país la necesidad de implementar una consolidación fiscal este año, la cual debería basarse en medidas de ingresos y gastos de alta calidad orientadas a restaurar la sostenibilidad fiscal encauzando la deuda pública hacia una firme trayectoria descendente.

En este contexto, los directores reconocieron los avances para modernizar la gestión de las finanzas públicas y evaluar los riesgos fiscales.

Del mismo modo, estuvieron de acuerdo en la importancia de promover la inclusión financiera y reconocieron que los medios digitales de pago, como la billetera electrónica Chivo, pueden tener un rol. Sin embargo, enfatizaron la necesidad de fortalecer la regulación y la supervisión del nuevo ecosistema de Chivo y Bitcoin. Subrayaron que hay grandes riesgos asociados al uso de Bitcoin para la estabilidad financiera, la integridad financiera y la protección del consumidor, así como las posibles contingencias fiscales. Instaron a las autoridades a limitar el alcance de la ley Bitcoin eliminando su calidad de moneda de curso legal. Algunos directores también manifestaron su preocupación sobre los riesgos asociados a la emisión de bonos respaldados por Bitcoin.

De esa manera, los directores acogieron con satisfacción la publicación de los informes sobre el uso de fondos públicos para atender la emergencia del COVID-19 y las auditorías de la Corte de Cuentas, así como la decisión de seguir reforzando aún más la transparencia en materia fiscal y la rendición de cuentas.

Por eso mismo, urgieron a las autoridades a fortalecer los marcos contra la corrupción y el ALD/CFT de acuerdo con los estándares internacionales. También, recomendaron actualizar los estándares estadísticos.