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Fervor y devoción en la festividad de la Virgen de Guadalupe en Antiguo Cuscatlán

Cada 12 de diciembre, la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en Antiguo Cuscatlán, La Libertad, se convierte en el epicentro de la fe para miles de fieles que llegan a rendir homenaje a la Virgen Morena. La festividad, considerada una de las más importantes para la comunidad católica salvadoreña, convoca a devotos de distintas partes del país.

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Desde la noche anterior, los peregrinos comenzaron a congregarse en el santuario. Portando velas, flores y entonando cantos, los fieles expresaron su agradecimiento por los milagros atribuidos a la Virgen. La devoción se reflejó en la presencia de niños vestidos de Juan Diego e «inditas», así como de personas mayores, todos unidos por el fervor religioso y la esperanza de recibir bendiciones.

Este año, la espera para ingresar a la Basílica fue de aproximadamente 15 minutos, un tiempo que los fieles consideran un pequeño sacrificio comparado con la gratitud que sienten hacia la Virgen. «No importa el tiempo de espera, lo importante es renovar nuestra fe y agradecer por los milagros recibidos», comentó una de las asistentes.

La jornada incluyó misas continuas y rezos del rosario, actos litúrgicos que fortalecieron la fe de los asistentes. Los sacerdotes destacaron la importancia de la devoción mariana y la renovación espiritual en esta fecha significativa.

Como cierre de la celebración, se espera una solemne procesión nocturna que partirá desde Antiguo Cuscatlán hasta la Basílica. La procesión, acompañada por fieles con velas encendidas, concluirá con una misa solemne en honor a la Virgen de Guadalupe, reafirmando la unidad de la comunidad católica.

No solo los peques de la familia, también los adultos lucieron atuendos en agradecimiento. / Lisbeth Ayala.

Para muchos devotos, esta fecha trasciende la tradición religiosa, ya que se convierte en una oportunidad para renovar promesas, agradecer los milagros y encontrar consuelo en la fe. La festividad de la Virgen de Guadalupe en Antiguo Cuscatlán se mantiene como una de las expresiones religiosas más significativas y multitudinarias de El Salvador.