La Catedral Metropolitana de San Salvador fue el escenario de una emotiva misa en honor al Papa Francisco, celebrada por la feligresía salvadoreña que se reunió en solidaridad para orar por el eterno descanso del pontífice. La ceremonia religiosa fue presidida por el arzobispo de San Salvador, quien en su homilía destacó el legado de humildad y servicio del Papa, instando a los presentes a seguir su ejemplo de amor y misericordia.
Con las campanas de la catedral marcando el inicio de la misa, los asistentes se unieron en un acto de fe y respeto, encendiendo velas en memoria del líder espiritual de la Iglesia Católica. La comunidad se mostró conmovida por la oportunidad de rendir homenaje a un pontífice que, durante su papado, ha dedicado su vida al bienestar de los más necesitados y a la construcción de la paz.
El evento también fue un momento de reflexión sobre la importancia de la unidad y el amor fraterno, valores que el Papa Francisco ha promovido incansablemente. Los asistentes, que abarrotaron la nave principal de la catedral, se despidieron con un sentimiento de esperanza, renovados en su fe y unidos por la oración.
La misa concluyó con la bendición y una última oración por el Papa Francisco, mientras los asistentes dejaban el templo con la sensación de haber sido parte de un acto de comunión espiritual que trasciende fronteras.