Cientos de feligreses se congregaron el pasado domingo para conmemorar el Domingo de Ramos, en una emotiva jornada que marcó el inicio de la Semana Santa. Con palmas en mano y oraciones, los asistentes recordaron la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, en una expresión pública de fe y unidad.
La tradicional procesión recorrió las principales calles de la ciudad, encabezada por sacerdotes y miembros de las comunidades parroquiales, mientras cánticos y alabanzas llenaban el ambiente. Familias enteras participaron en el evento, reforzando el carácter comunitario y espiritual de esta celebración religiosa.
Durante la actividad, se destacó el mensaje de paz y esperanza que representa el Domingo de Ramos, en medio de un contexto donde la fe sigue siendo un pilar importante para muchas personas. La misa solemne, posterior a la procesión, congregó a más creyentes que se unieron en oración.
Las autoridades eclesiásticas invitaron a la población a vivir con recogimiento los días santos, participando en las diferentes actividades litúrgicas y reflexionando sobre el significado de la Pascua. La jornada concluyó sin incidentes, y con un sentimiento de renovación espiritual entre los asistentes.