El mes de febrero de 2025 registró precipitaciones superiores al promedio, convirtiéndose preliminarmente en el segundo más lluvioso desde 1971, según datos meteorológicos recientes. Este aumento en las lluvias sorprendió a muchas regiones, generando condiciones inusuales para la época y dejando acumulaciones de agua significativas en diversas zonas.
A pesar del incremento en las precipitaciones, las temperaturas se mantuvieron dentro de los valores históricos, sin alcanzar extremos fuera de lo común. Aunque el calor fue perceptible en algunos días, los registros térmicos se alinearon con las cifras esperadas para esta época del año.
Expertos en meteorología continúan analizando el impacto de este fenómeno en el clima anual y posibles efectos en sectores como la agricultura y los recursos hídricos. Mientras tanto, la tendencia de lluvias atípicas en febrero podría ser un indicio de patrones climáticos en evolución, marcando un inicio de año con condiciones variables.