El pasado 10 de mayo, los cementerios municipales de El Salvador se llenaron de color y emotividad, ya que cientos de familias visitaron las tumbas de sus madres fallecidas para recordarlas y honrar su memoria en el Día de las Madres.
Con ramos de flores de diferentes variedades, fotografías, velas y todo tipo de decoraciones, las personas llegaron muy temprano para acondicionar los sepulcros con mucho cariño y dedicación.
Las visitas al cementerio se han convertido en una tradición para muchas familias salvadoreñas en esta fecha, quienes aprovechan para expresar su amor por sus madres ausentes y compartir con ellas momentos especiales.
Las escenas en los cementerios eran conmovedoras, se veían hijos y nietos, en algunos casos, en lágrimas y con el corazón encogido al recordar a las madres y abuelas que ya no están físicamente con ellos. Sin embargo, también se notaba la fuerza y el amor que los mantiene unidos, honrando la memoria de sus seres queridos.
Fue una jornada emotiva y especial para los salvadoreños, una oportunidad para honrar el amor incondicional de las madres y para mantener vivo su recuerdo en el corazón de las familias.